Paseando un día llegó a casa un erizo.Nada más verlo aparecer y fijarme en su cara de ratón lo primero que me vino a la cabeza fue salir corriendo y ponerme a salvo encima de una silla!! por Dios por Dios que susto!!!
Desde lejos lo fuí observando como caminaba por la terraza , y ví que no tenía la rapidez de un ratón , que es el animal que más pánico me da del mundo mundial , así que me relajé un poquito y me comencé a acercar.
Ignorando totalmente todo sobre los erizos , le puse agua y de comer , no tenia ni idea , pero se comió todas las pipas peladas de mi bolsa , no sabía si eso sería bueno o malo para él.
Me pasaba los ratos observándolo hasta que en uno de mis arrebatos , sin pensar fuí a por los guantes de cocina , me los puse y me acerque poco a poco a"Wilson" ( si ya nombre le puse). Y de pronto lo cogí , claro está se hizo una bola sacando todas las púas fuera para defenderse de mi invasión. Pero yo estaba decidida a traspasar esa barrera y que acabara confiando en mi , así que buscando entre las púas y con mis super guantes puestos encontré su cabecilla y lo empecé a acariciar , no fue a la primera vez ni la segunda ni la tercera , pero llegó un momento en el que se dejó llevar y se relajó.
Me permitía acariciarle bajo la cara , su frente y cogerle sus patitas , mientras que los pinchos se iban deshinchando y se convertían como por arte de magia en pelo normal.
Nunca imaginé que con un erizo pudiera tener una relación tan especial . . .perooo
una mañana me levanté y ya no estaba , igual que llegó se fue a vivir su libertad y yo me quedé allí pensando . . . el verano ya casi acabó y "Wilson " mi amigo de L'Estartit se fue a descubrir mundo .
Un besazo
Kaplota.
Lo que se descubre en una ruta shopper . . . me acompañas? vamos al Atelier de Natalie Capell
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